No hay pulseras para todas

Recientemente hemos vivido manifestaciones en contra de la violencia machista porque este año estamos batiendo tristes récords. Esos gritos han sido ahogados por crímenes de esa índole que se producían simultánemente de dos en dos, provocando incluso una huelga de hambre en el corazón del país.

Quizá haya llegado el momento de preguntarnos si es eficaz no abordar este problema desde la base. La base es la educación sin olvidar la importancia de la conciliación laboral y personal.

Un sistema global que está diseñado para tener ciudadanos que sean eficaces en lo laboral, competitivos, que tengan unos conocimientos enfocados hacia la máxima rentabilidad, incidiendo en un exceso de “deberes para casa” que no dejan de ser otra anomalía que impide el crecimiento sano de las personas.

Un sistema educativo que se olvida de la educación en valores y emociones, unos horarios laborales que garantizan que los padres no puedan educar a sus hijos delegando esa labor en el colegio, donde básicamente deberían aprender conocimientos sobre unos pilares sólidos de educación familiar.

En estos días de muertes machistas por encima de la media y aunque parezca que no tiene conexión, no ayuda a esta causa y a este machismo que nuestra sociedad tiene en su ADN, la estampa de la reina Letizia siempre dos pasos por detrás Felipe VI en la reciente visita del Presidente argentino y su “primera dama”.

Ellos tratando temas serios y ellas luciendo modelitos como tema destacado en las noticias de grupos como Atresmedia que luego dice que “contra el machismo…” bla, bla y más bla…

Este enorme desajuste global es el que da como resultado una sociedad enferma, en la que no hay ni habrá pulseras para todas.

Solamente ocupándonos de las causas, evitaremos las consecuencias.

AUTOR: Nacho Caballero. Speaker y Formador experto en Storytelling y Motivación.

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