Cómo dar las gracias a tu equipo

Ha llegado el momento de dar las gracias a todas las personas que han formado parte de este viaje. Que comenzó en una fecha incierta de finales de 2016 y que cristalizó en el pasado 28 de septiembre de 2018.

A todas las personas que sintieron que merecía la pena escucharme en cualquiera de mis formatos, que me llevaron a un lugar privilegiado de sus vidas, que se emocionaron con mis palabras y que tuvieron el coraje de darme un increíble feedback sin pedir nada a cambio. Gracias por tanta generosidad, regalándome lo más valioso que tenéis… que es vuestro tiempo.

Gracias a todas las personas que estuvieron antes de las fechas que he mencionado, porque ellas fueron las que realmente decidieron colaborar en poner unos cimientos en un descampado. Gracias a todas las llamadas que atendieron y devolvieron Blanca, Santi y Ana, porque sin ellos nada de esto habría sido posible.

Gracias a todos aquellos que se tomaron un café conmigo y que todavía hoy quieren hacerlo. Gracias por querer enamorarme con sus proyectos, pondré todo de mi parte y prometo que no nos haré perder el tiempo.

Quiero dar las gracias a los Manueles y Manuelas, que no me preguntes por qué, últimamente me salen como los donettes, por todas partes. A Manuela por aquel concierto junior y por regalarme su talento creando himnos de alegría y tristeza, pero que en todo caso lo son de emoción pura.

A Manuel, por ser esa espada y escudo legal que me representa a mi y a mi familia como SI hubiera un mañana en el que mirarme al espejo con la cabeza alta.

Gracias a Manolo, mi viejo profesor… que a falta de abuelos para nuestros hijos, le ficharía de forma inmediata pagando la claúsula de rescisión que nos ponga la vida que nos queda. Porque de eso se trata, una vez reencontrados… me encantaría mantener en mi vida a una persona de tan increíble calidad humana.

Quiero dar las gracias a todas aquellas que dejaron de llamarme o nunca lo hicieron, porque de esta forma me di cuenta de que mi tiempo era en realidad para los otros, que Si quisieron.

Es momento de agradecerme a mi mismo mi paciencia conmigo. Esos largos de piscina, esas madrugadas de escritura, esa desconexión de Matrix que me permitió de nuevo volver a una realidad que se me escapaba entre los dedos. Esa compañía en momentos de tanta soledad y desconcierto, acentuados porque sé que solamente yo tengo las respuesta que guardo tan dentro.

Gracias a Óliver, por ser mi reflejo y mi espejo. Por ser la persona que nació del interior de mi verdadera revolución en clave de Fa. Gracias Óliver por ser el primer soldado pacífico que llegó para cambiarlo todo. Para demostrar que tu mirada es el ancla que me recuerda quién soy, de dónde vengo y a dónde voy. Gracias hijo nuestro.

Gracias a nuestra hija Alma, porque en tu mirada puedo bucear y perderme para encontrarme. Por darme la oportunidad de descubrir que siempre hay algo más increíble en la línea de la vida. Como tu llegada, que fue un nuevo comienzo repleto de descubrimientos.

A mi inseparable y pequeño felino. Secreto de mis madrugadas de trabajo, de mis momentos de soledad y fiel testigo de lo que podría denominar The Time of My Life. Gracias pequeño por dejarme tu huella y recordarme que lo complicado de lo sencillo es enemigo. Te echo tanto de menos que alcanza lo inexplicable.

Gracias a Fátima, a la que menciono en último lugar porque todo lo demás de ella depende. Es el cimiento, el núcleo, el Sol alrededor del cuál todo lo demás orbita, cobra vida y tiene sentido. Es la persona que hace que las palabras se conviertan en relevantes, que una conversación mute en excursión emocional, que cada día tenga la sensación de estar junto a la persona más extraordinaria que he conocido jamás. El pasado, el presente y el futuro están en ella. Mi querida Esdrújula, gracias por darme este lugar en tu vida y regarlarme la tuya.

AUTOR: Nacho Caballero. Speaker y Formador experto en Storytelling y Motivación.

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